domingo, 26 de agosto de 2012

Sorpresa mayúscula.


Empezaba la tarde con la victoria del Barcelona en Pamplona, en un partido que ganó “in extremis”, y con polémica, pero en su casillero tienen los seis puntos disputados.

Acto seguido se presentó el Madrid en el estadio Alfonso Pérez de Getafe con Lass, Higuaín y Marcelo en el once, como novedades. El partido empezó con un ritmo cansino, al tran-tran, sin desgastarse, con mucha posesión y poco remate, en esas vimos una brillante jugada de Mesut Özil y Cristiano que inexplicablemente no fue gol, acto seguido en una gran jugada, Gonzalo Higuaín hizo el 0-1 y el Madrid se iba a los vestuarios con ventaja, con el dominio del partido, pero con un resultado incierto.

A la vuelta, el entrenador del Getafe pidió a sus jugadores un punto más de intensidad y les dio resultado, se hicieron con el dominio del balón y el minuto 53, Valera logra el empate en una jugada a balón parado en la que Xabi Alonso y Sergio Ramos, no están atentos a la marca. A partir de ahí fue un querer y no poder y con el riesgo de las contras, ya que Mou arriesgó más aún quitando un mediocentro defensivo para incluir un delantero y con Xabi Alonso algo tocado. Y en una jugada desgraciada, Colunga le hizo la tres por cuatro a Raúl Albiol, por algo algunos jugadores son indiscutibles, y Pepe en este Madrid, lo es. Luego vinieron los cambios de Callejón por Marcelo y el de Morata por Di María. Habría que hablar con el argentino para explicarle que la generosidad es una de las mejores virtudes que tiene un jugador de fútbol, el día del Valencia y hoy también, marró una ocasión de gol teniendo un compañero solo a su lado, son detalles a tener en cuenta.

Y derrota, que deja al madridismo con cara de tonto, porque aún no hemos llegado al mes de septiembre y el equipo ya está a cinco puntos del que será su máximo rival por el título, el Barça. Desde una opinión de aficionado con años en esto y sin ningún ánimo de meterme en parcelas que no son las mías os diré que creo que hay cosas que no se han hecho bien, los jugadores, por mucho que diga Mourinho, no están en su punto óptimo de forma, y la prueba es que el equipo se rompe con cierta facilidad. No se han fichado jugadores para mejorar determinados puestos, no hay sustituto de Xabi Alonso, todos hemos temblado cuando le hemos visto en el suelo tocándose el tobillo y tampoco se ha fichado un lateral diestro que aporte llegada por la banda. Las plantillas aunque sean completas, requieren de cambios de cromos en determinados momentos, porque la gente quiere ver cara nuevas, y que el que venga, genere ilusión.

Ahora al Madrid le queda trabajar y esperar a que los demás fallen, todo por no haber comenzado como lo que es, el Campeón de la Liga. Aún así, soy optimista y espero que desde la directiva se pongan manos a la obra en aprovechar estos últimos días para mejorar esta plantilla.Y por otro Mou se deje de tantas pruebas y empiece a trabajar con su once, para darle rodaje. Está claro que estrellas como Cristiano pueden hacerlo mucho mejor, y lo harán.

En otro orden de cosas, felicitar a los chavales del Castilla por el partido del sábado en Valdebebas, era importante ganar y sobre todo empezar a ser fuertes en casa para que no tener dificultades en mantener la categoría. Me gustó el ambiente, el equipo quizás tuvo mucho respeto al Barça, pero es normal que estuvieran algo timoratos y que quisieran lograr los primeros tres puntos en la categoría de plata. Suspenso a la organización de la Ciudad Deportiva, si quieren que los aficionados acudamos a apoyar al equipo, cosa que hacemos con gusto, no es de recibo que la salida del recinto sea una ratonera de la cuál se tarda más de cincuenta minutos en salir de ella con el coche, y más teniendo espacio para ampliar carriles, parece que el espectador es siempre el que menos importa, una pena.

Nada más, este miércoles, contra el Barça en la Supercopa, la ida con un gran resultado, me hubiera gustado ver que habría pasado de no haber metido el empate tan pronto el equipo culé, pero luego el Madrid se descompuso, espero la mejor cara del equipo.

Un saludo


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