viernes, 3 de febrero de 2012

Esteban Granero





En la vida hay muchos niños que tardan en comenzar a hablar o andar y los padres se preocupan, su ansiedad hace que no dejen que las etapas transcurran con tranquilidad.

Muchas veces miramos el césped del vecino (en este caso culé) y hacemos comparaciones, e inclusive uno se pregunta  ¿Por qué no salen jugadores de nuestra cantera? Si tenemos en cuenta que jugadores como Xavi e Iniesta que han tenido que vivir un periodo de adaptación, necesario, o mismamente en nuestra casa, Guti, en el caso de Esteban Granero puede que esté empezando a llegar su momento.

Ésta será su tercera temporada en la disciplina del primer equipo. Vino haciendo un sacrificio económico, ya que su ficha por contrato tenía que ser mayor si volvía al Madrid, pero Granero prefirió vestir de blanco, el sueño de casi todos los canteranos del Madrid.

En su primera temporada con Pellegrini, tuvo sus oportunidades y quizá le faltó entender lo que el equipo requería de él, estuvo como otros en el desastre de Alcorcón, jugó en Lyon (aún recuerdo que el gol galo vino por un balón tonto perdido por él). A Esteban cuesta encontrarle el sitio idóneo, porque para jugar por delante del balón quizá es un poco lento y para jugar por detrás, le falta ¿faltaba? Capacidad defensiva.

Creo que es uno de esos jugadores a los que marca un entrenador, y él siempre ha defendido a Mou, justificando que si era suplente, era culpa suya, cuestión que le honra. Después de lo visto en los últimos dos partidos (Barcelona y Bilbao), creo hemos encontrado ese mediocampista que ayude a la salida del balón y dé equilibrio al equipo, para hacer fantasías, ya están otros. Su función debe ser el equilibrio, si lo entiende y se sacrifica no tengo la menor duda que estamos ante un nuevo canterano que nos dará grandes tardes de gloria. Todavía recuerdo cuando ganó uno de esos torneos de Brunete a la generación de Cesc y Piqué, en aquel momento jugaba (fútbol 7) como central y se parecía mucho a Hierro. Fue una de las sensaciones del torneo.

Es su momento, confiemos en él.




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